Si nos fijamos en un plato de tortilla con jamón veremos que han participado dos personajes. Uno es un cerdo (con el jamón) y otro es una gallina (con los huevos). Obviamente el cerdo se comprometió, ya que se murió para darnos el jamón. Sin embargo la gallina puso los huevos y se marchó, es decir apenas se involucró. Cuando un entrenador llega a un equipo lo máximo que debe pedir de sus jugadores es que pongan más jamón y menos huevos. Se necesitan jugadores comprometidos, pero tambien el entrenador debe comprometerse. En multiples ocasiones hemos querido echarle "huevos" y pocas veces hemos echado el "jamón". Es decir, colocamos los intereses propios por encima de los colectivos.
Para tener éxito es necesario comprometerse, es más, la gente que ha tenido éxito es la gente que se ha comprometido y ha dado lo mejor de sí mismo. No nos preocupemos por qué jugadores nos van a dar, preocupemonos de qué jugadores vamos a entregar nosotros al futbol. Este deporte necesita gente comprometida, dispuesta a sufrir por los demás, a ganar y perder con los demás y que ante cada problema busquen una solución, nunca nuevos problemas.
"La calidad es una parte muy importante del futbol, pero el compromiso lo es todo". Y tu, ¿te comprometes o te involucras?