24 marzo 2011

Sentimientos Sentidos Sentado En El Banquillo

Decía Schillachi que "ser delantero se ha convertido en un oficio dificil, pero siempre es mejor que trabajar". Esto mismo podríamos llevarlo al puesto de entrenador, ya que cada vez se hace más dificil que los entrenadores aguanten toda la temporada sentados en el mismo banquillo. En el momento en que los jugadores saltan al terreno de juego, el entrenador inicia un viaje paralelo en el que tendrá que hacer frente a diferentes peligros. Durante esos minutos hará frente a sus nervios, esos que aparecen en cualquier persona pero que se acentúan en el banquillo. Después llegan los miedos, por la incertidumbre que tiene un partido, porque el trabajo hecho durante la semana tiene que verse reflejado en el campo, porque un mal resultado puede ponerle una soga al cuello, etc. Inevitablemente, a veces, se pierden los papeles y los nervios nos llevan a protestar en exceso, a movernos demasiado o a hablar mucho sin decir nada.

Recuerdo entrenadores que vivían los partidos de forma especial. Haciendo un repaso, el primero que me viene a la cabeza es Fernando Vazquez que entre otros entrenó al Celta de Vigo. Quien no recuerda esas carreras por la banda cuando su equipo marcaba un gol, los saltos cuando las cosas no iban bien o los momentos en los que hacía golpeos al aire como si fuese a marcar un gol. Recuerdo también a Enrique Martín, siendo entrenador de Osasuna, robando un balón a un jugador que avanzaba por banda o al gran David Vidal con sus broncas a algunos arbitros.

El entrenador debe guardar la calma para aprovechar el tiempo en realizar correcciones, pero esta claro que a veces el banquillo pasa factura.

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